A mi DIOS

No quiero pedirte explicaciones vanas como Perales,

quiero encontrar la verdad en tu palabra y conocer tu voluntad...

No quiero vivir cien años de soledad como García Marquez,

quiero vivir mi vida entera junto a Ti y más allá de la muerte sé que siempre estarás conmigo..

Ahora sólo sé que nada sé, pues Tú lo sabes todo,

¿Quién conocerá tu mente Oh DIOS?

No hay hombre capaz de hacerlo.

Nosé si moriré en Paris en aguacero,

sólo sé que TÚ sabes mi vivir y mi morir,

sólo TÚ conoces mi sentar y mi parar,

mi llorar y mi reir...

No hay que vivir para morir

sino morir para vivir,

ahora entiendo esta frase; pues si muero ahora sé que viviré eternamente contigo.

Hay que vivir la vida y dejar que la vida nos viva,

pues ¿Quién es la Vida?

la Vida es CRISTO....

El mejor Autor

Cuando me pongo a pensar el sinnúmero de autores, las cantidades de premios que éstos han recibido y las miles de horas que pasamos leyendo obras famosas y elogiando a los creadores.
Cuántas veces hemos leído vehementes las novelas o diferentes obras, porque nos parecieron interesantes y divertidas; y porque simplemente nos dejaban con las ganas de seguir leyendo más y más.
Viene a mi mente una interrogante, por qué no pasa lo mismo con la obra del principal autor de la vida, Nuestro Padre Celestial; por qué tantas veces nos ha parecido más fácil leer lo que encontremos en el camino e incluso las noticias del día, que en mayor proporción son lo principal que queremos saber. Por qué no tomamos como nuestra noticia del día a la Palabra de Dios...
La Palabra de Dios es lo más hermoso que existe, por qué no leer cada mañana y cada noche ese regalo tan hermoso dado por Nuestro Padre y encontrar las respuestas a todo lo que nos sucede y a cada una de nuestras dudas.
Reconozcamos que el Único y Gran Autor es DIOS, el Premio Nobel de nuestros corazones, aquel que nos llena de su amor y su misericordia.
Leamos con pasión y ansiedad su palabra y sintámonos angustiados y desesperados cuando no lo hacemos, que nuestro Autor favorito sea Él.
Obviamente les digo que no está mal que leamos otras cosas; pero que el principal pan de cada día sea la Palabra de Dios.
Y recordemos siempre que:
"Toda la Escritura es inspirada por DIOS, y útil para enseñar, para redarguir, para corregir, para instruir en justicia,
a fin de que el hombre de DIOS sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra."
                                           2 Timoteo 3: 16-17